Desde el Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Sevilla llevamos tiempo reclamando, junto con el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios, la bajada del IVA de los servicios veterinarios. Entre otras muchas acciones que llevamos realizando en relación a esta situación, a día 9 de octubre de 2018 enviamos un comunicado oficial al Ministerio de Hacienda para apoyar y reivindicar nuestra firme postura a favor de la bajada del IVA de los servicios veterinarios.
Desde que entró en vigor la mencionada subida de tipos impositivos en julio de 2012, la Organización Colegial Veterinaria Andaluza ha venido reivindicado la reversión de esta medida discriminatoria, injusta y de nefastas repercusiones para la profesión, sin que hasta la fecha hayan sido atendidas las numerosas demandas a los representantes institucionales y políticos, habiendo conseguido solo palabras de comprensión y solidaridad.
Como es sabido, la veterinaria es una profesión sanitaria regulada por la ley 44/2003 de 21 noviembre de Ordenación de las Profesiones Sanitaria, a la que se atribuyen fundamentales funciones sobre el control, higiene y tecnología en la producción y elaboración de los alimentos de origen animal, así como la prevención y lucha contra las enfermedades animales, – sobre todo las zoonosis-, y el desarrollo de las técnicas necesarias para evitar los riesgos que para el ser humano, le puedan producir la vida animal y sus enfermedades.
En dicho comunicado, compartimos con la Ministra el informe sobre la repercusión de la subida del IVA en la atención sanitaria de los animales de compañía, que incluía los siguientes puntos:
- La actividad profesional veterinaria dedicada a los pequeños animales de compañía tiene la función de contribuir al cuidado de la salud de los ciudadanos que le atribuye la vigente Ley General de Salud Pública, y como tal es una profesión sanitaria más como la legitima la Ley 44/2003, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias.
- La clínica de pequeños animales a la que se grava con el IVA máximo sólo representa el 10% del volumen de negocio de la profesión, frente al 70% generado por los veterinarios de grandes animales, a los que sin embargo, se mantiene el IVA reducido. Según el Censo del Ministerio de Agricultura en España hay 72mm de gallinas, 25mm de porcinos, 16mm de ovinos, 6mm de Bovinos y 2mm de animales caprinos; frente a 5mm de perros y 3mm de gatos.
- Más de 500.000 perros y gatos dejaron de acudir en 2013 al veterinario como consecuencia de los efectos negativos del encarecimiento de los servicios en el contexto de la crisis económica, según datos de los Colegios Oficiales de Veterinarios de España.
- Las revisiones sanitarias de pequeños animales durante 2013, se han reducido en las clínicas veterinarias casi un 5% respecto de 2012, situando los perros y gatos fuera de control veterinario en un número que puede llegar a constituir un relevante problema de salud pública, pues están decayendo alarmantemente los controles preventivos de sus enfermedades.
- Más de 5 millones de perros y 3 millones de gatos podrían estar siendo incorrectamente vigilados sanitariamente en España debido a la relajación de sus dueños con los controles veterinarios por el alto coste.
- El cuidado veterinario de un perro sano antes de la entrada en vigor de los nuevos tipos de IVA, suponía un coste medio anual para su propietario de 200 euros brutos al año.
- Ha aumentado el abandono y eutanasia animal mientras que han disminuido simultáneamente las adopciones.
- Los factores económicos son la causa del 30% de los abandonos, que antes se circunscribían a la estación vacacional y ahora se han extendido a todo el año.
- 150.00 mascotas han sido abandonados en España en 2013, convirtiéndose en la nación de la UE con mayor tasa de abandono de animales.
- La subida del IVA tiene repercusiones en la casi totalidad de la legislación autonómica sobre tenencia de animales ya que establecen que los centros públicos municipales, transcurrido un determinado plazo de tiempo sin encontrar dueño para las mascotas recogidas, procederán al sacrificio del animal.
- Se invierte la tendencia de la adopción: los indicadores dejan de ser positivos y las adopciones se han reducido un 12% en 2013 respecto a los niveles de 2010.
- Elevados riesgos para la salud humana, especialmente por la zoonosis (transmisión de enfermedades de animales a personas entre la población: la rabia, la leishmaniosis, filariosis, leptospirosis, hidatidosis, micosis o tiñas, sarnas, etc.
- El incumplimiento de las reglamentarias y obligatorias campañas de vacunaciones, las principales enfermedades infecciosas de los animales de compañía están dejan de estar controladas.
- La vacunación contra la rabia no es obligatoria en la totalidad de España, aunque en todas las comunidades autónomas existe un plan de emergencia, por su riesgo de zoonosis.
Las repercusiones profesionales son las siguientes:
- Actualmente, el endeudamiento de las familias, unido al aumento del coste fiscal en el cuidado y tratamiento de mascotas, está obligando al cierre de clínicas veterinarias, incapaces de soportar caídas de más del 30% en su facturación.
- Las clínicas veterinarias han experimentado un alarmante descenso de sus servicios con una caída de los ingresos del 20%, según los informes sectoriales.
- Efectos perniciosos como el paro veterinario, la economía sumergida y la aparición de supuestos centros veterinarios “low cost”.
- En 2013 es especialmente visible la proliferación de formas mercantiles encubiertas, supuestos centros veterinarios, intrusismo y competencia desleal.
- Las fundaciones sin ánimo de lucro con centros veterinarios que están proliferando en España, son precisamente un intento de huir de la tributación establecida y aprovechar la alarmante situación de muchos propietarios de animales de compañía.
- La prestación que ofrecen de los servicios veterinarios a precios por debajo de coste para el sector, no podría sostenerse si no es bajo un encubierto traslado de efectivo de la figura fundacional a la empresarial.
- La profesión veterinaria, como garante de la salud y el bienestar de animales y personas, está profusamente regulada, como sistema de control de cumplimiento de la pertinente normativa tributaria, de colegiación, municipal, medioambiental, dotacional, sanitaria, etc. que implica un determinado nivel de precios por los servicios profesionales que se prestan.
Desde la organización colegial seguiremos trabajando para lograr que el Ejecutivo de la Nación vuelva al tipo reducido del IVA que se venía aplicando a las prestaciones clínicas veterinarias, único modo de preservar la salud de la población y de sus animales; aunque resulta incongruente que si dichos servicios contribuyen al cuidado de la salud de los ciudadanos, la Administración no les equipare, en su tratamiento sobre el Impuesto del Valor Añadido, a los que se prestan con la finalidad de prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades de las personas.
La subida del Impuesto sobre el Valor Añadido que se aplica a la atención sanitaria de los animales de compañía está repercutiendo de modo desfavorable tanto en la salud y bienestar de los animales, debido al incremento del número de abandonos, disminución de adopciones y grave aumento de las eutanasias, como en la protección de la salud de la población humana al multiplicar el riesgo de zoonosis; sin olvidar el cierre de numerosas clínicas, el aumento de la economía sumergida y la proliferación irregular de prestaciones de servicios veterinarios que dificultan la ordenada regulación y cuidado de la profesión sanitaria veterinaria.
Por todas estas razones desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Sevilla apoyamos que es urgente volver al tipo reducido del IVA de 2012 y saludamos todas las iniciativas que ayuden a lograrlo.