El Colegio Oficial de Veterinarios de Sevilla celebró el pasado 31 de enero una Jornada titulada ‘Responsabilidad Veterinaria. El Seguro de Responsabilidad Civil’, materias que venían siendo “motivo de preocupación en la Comisión Deontológica del Colegio ya que los veterinarios somos fedatarios únicos en muchos asuntos, y firmamos infinidad de documentos que luego tienen valor jurídico y por los que asumimos responsabilidades”, señaló el presidente Ignacio Oroquieta, quien dio la bienvenida a los asistentes.
En este sentido, para abordar la responsabilidad derivada del ejercicio profesional clínico y su relación con la prueba pericial en los procesos civiles y penales, la sesión contó con la presencia de Antonio López, asesor jurídico del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios y Andrés Romero, asesor jurídico del Colegio de Veterinarios de Sevilla. Los ponentes empezaron señalando que la cualidad de responsable es inherente en el profesional, e introdujeron la sesión desarrollando el concepto de responsabilidad y responsabilidad jurídica, para continuar adentrándose en la propia responsabilidad del veterinario en sus distintos ámbitos de actuación, haciendo hincapié en la relacionada con la prescripción de medicamentos.
Según señalaba Antonio López, las responsabilidades que pueden derivarse de una incorrecta cumplimentación de una receta pueden ser muchas y el veterinario tiene que prestar especial atención en aquellas que van destinadas a animales productores de alimentos, “en estos casos hay que ser escrupulosos al máximo y rellenarla con todo lujo de detalles”. Además, apuntaba que uno de los temas que están generan más controversia es el tiempo de duración del tratamiento. “Hay que consignar la fecha de inicio del tratamiento y también la del final, contando con el tiempo de espera”, afirmaba López.
Andrés Romero comentaba que “los casos más comunes de responsabilidad que estamos viendo van desde puras negligencias en cirugías, hasta unos de los supuestos más recurrentes, como es el caso de un perro que se cae en la consulta o quirófano y se rompe una pata”.
Romero recordaba que, dependiendo del caso, el veterinario asume responsabilidad administrativa, penal, disciplinaria o civil, y que sobre esta última materia es obligatorio suscribir un seguro de responsabilidad civil, en el caso de los colegiados de Sevilla ya lo tienen contratado a través de una póliza colectiva del Consejo Andaluz.
“El protocolo que se sigue desde el Colegio es que cuando recibáis una reclamación tenéis que rellenar un formulario modelo que el usuario debe firmar, y que debéis acompañar de la documentación incluyendo la ficha clínica apartando vuestra versión sobre lo ocurrido. Estos documentos hay hacerlos llegar al Colegio y éste, a su vez, los mandará al Consejo Andaluz, donde se recibe y apertura”.
Los jurídicos señalaron que son numerosos los casos en los que el veterinario asume la culpa y se justifica desde el primer momento, sin esperar a los matices que los abogados pueden analizar para su defensa.
La sesión reunió entorno a treinta profesionales en el Salón de actos de la sede colegial, quienes además, conocieron casos prácticos a través del comentario de ejemplos de demandas de responsabilidad civil a veterinarios en el curso de su actuación profesional.